ESPEJITO, ESPEJITO

Me niego a plantarme frente a ti, no me atrevo a mirarte. Eres tan implacable, tan rotundo que siento pánico a lo que me puedas enseñar. Lo intento, pero no estoy preparado aún para afrontar lo que vea a través de ti. La cultura popular dice que los borrachos y los niños nunca mienten, yo añadiría que los espejos tampoco lo hacen. El único espejo corrupto fue aquel de BLANCANIEVES, que mentía para que la reina maligna no lo destruyera. Pero eso son cuentos, no hay nada más sincero que un espejo.


Que suerte aquellos que te ignoran. Ahora estás más de moda que nunca, entre vanidos@s y egoístas, estás mas solicitado que nunca. No necesitas hablar para alegrarle el día a mas de uno, esa es la grandeza de tu poder. Tú dictas sentencia sobre cada persona que se te pone frente a ti, eres un gran motivador o un gran depresor según se mire. Hay auténticos obsesionados contigo, que te miran a todas horas, que necesitan verte. Es absurdo todo, en realidad no haces más que enseñar al que te mira su propia figura. La necedad de las personas es imprevisible y realmente no tiene limites. Aquellos que se sienten felices después de mirarte no hacen más que alegrarse de verse a ellos mismos, aquellos que te hablan y te preguntan cosas, se lo preguntan a ellos mismos.





Se atreven a veces inclusos a romperte, supongo que enfadados por lo que reflejas, pero realmente no sirve de nada, sigues mostrando lo mismo y por si acaso te cubres bien las espaldas con la famosa maldición de romper un espejo igual a 100 años de mala suerte. No hay película de espíritus, terror que se precie sin tu aparición estelar. Yo creo que tienes razón, que hay que hacerte caso, insisto nunca mientes, pero tampoco hay que obsesionarte contigo, ni para bien, ni para mal. Yo soy de los que no me gusta mirarte pero porque no me gusta lo que veo, tranquilo no te romperé, para tu información soy bastante supersticioso y romper adrede un espejo no me interesa. Es inevitable mirarte pero procuro hacerlo lo menos posible. El problema es mío lo sé.

Aún así considero que haces mucha falta, no por motivos decorativos, sino para decir las verdades, porque las verdades ofenden a muchos, las ocultan, las malinterpretan, pero siguen ahí. Y si pudieras reflejar el interior de las personas, te cubrirías de gloria. Entonces si harías daño o buen uso depende, pero seguro que seriáis más los que acabarais rotos. Conmigo lo tienes ganado, me muestres lo que me muestres, me superas, me derrotas. Y si me enseñaras el interior no sé lo que me pasaría. Cuanto me queda por superar, cuanto me queda por estar bien, me asombra lo mal que llegue a estar para todavía preocuparme negativamente por lo que vea de mi en un espejo. Pero te prometo que algún día me gustará lo que me enseñes, no se cuando, pero será así, y entonces reiremos juntos.

Para finalizar os dejo un vídeo donde se hace un repaso espectacular de la historia de los espejos, de sus poderes y de la importancia de los mismos.






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