VELAS PARA COVADONGA

Recuerdo perfectamente que hizo que fuera a verte. Insisto en que no soy religioso, pero si reconozco que no podía estar cerca de tí y no verte. Me sorprendiste, por tu tamaño, tu ubicación, y varios días después por tu poder. Estaba en una edad complicada, la peor etapa de la vida dicen, la adolescencia, esa que los cambios hormonales son paralelos a la toma de decisiones en la vida. A parte de la etapa hormonal intensa ir de viaje con tus padres, no es tampoco agradable pero la idea de descansar y contemplar un paisaje como aquel era intrigante y alentador.



Curvas y mas curvas, lluvia fina pero incesante, estrechez de camino y paisaje verde, así podría definirse el periplo que pasamos para ir a verte. En ese instante entendí toda tu singularidad, toda la propaganda que tienes es poca. Después de ese camino especial, todavía había otra sorpresa, tu excepcional ubicación, un templo, dentro de una cueva. Estaba allí tenia que acercarme y pedirte algo como manda la tradición. Puse una vela y te pedí más que un deseo, un favor, algo tremendamente complicado, es un secreto entre tú y yo, pero sé que era muy difícil de cumplir. Lo hiciste, de manera brillante y perfecta en tan solo dos semanas de plazo de habértelo pedido. Te prometí que si lo cumplias, volvería a ponerte otra vela para mejorar y venerar tu descanso. Sé que aún no lo he hecho, debes estar enfadada o tal vez decepcionada.  O quizás piensas " mira otro que viene y dice lo mismo y luego nada".

Puedo parecer sencillo, debes estar harta de peticiones de todo tipo, y de cumplir cosas por los demás, y también de que te prometan y no te den. Puedo ser fácil insisto, cumplir lo que te piden, pero sólo puedo decirte que tienes una amiga en MADRID, llamada ALMUDENA, que es más pomposa que tú pero no supo cumplirme lo que le pedí, aunque reconozco que no me esforcé mucho en la petición, la cual también es un secreto entre los dos.





No voy a molestarte más, reconozco mi culpa de dejarte pendiente la vela que te prometí, pero solo te pido que me esperes, que no se me olvida, ni lo que hiciste por mí, ni lo que te debo, te pido que no te quemes, que no desaparezcas entre las llamas, ahora que cerca de ti hay vastos incendios, y que tengas paciencia que volveré. Desde entonces mi vida ha cambiado, para mejor en algunos casos y para peor en otros, no sabría que pedirte.  Este blog para ti SANTINA.






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