MI CHICAGO SIN TI

Lo echo de menos. Esas conversaciones de bar con los amigos, agarrando una cerveza o un cubata eterno, arreglando el mundo. No se podía hacer en cualquier bar, tenían que reunirse unas condiciones, un lugar tranquilo, poco iluminado, a ser posible de noche, más bien vacío y con música baja o poco estridente. Tener veintitantos y pasar un viernes noche en un piano bar tomando TRANQUILAMENTE algo con tus amigos, no es muy propio de la gente joven, pero se disfruta más que una noche de juerga loca. Con el tiempo lo he valorado más, sobretodo ahora que no puedo hacer que ese momento se repita.


Y digo que no puedo repetirlo por diversos motivos. Lo fundamental, la falta de compañía para hacerlo. No tengo amigos, conocidos muchos pero amigos...Personas con un nivel de complicidad tal para compartir ese momento y disfrutar de similar manera apenas hay. Tampoco es fácil encontrar el lugar, algo parecido a la foto, sofás mullidos y barras de bar pero quizás en la imagen hay excesiva luz. Tendría tantas cosas que contarle a esa persona, con esa intimidad, con esa penumbra artificial, en esa situación... mi corazón se abre.
La mente se relaja y los labios se sinceran. Las conversaciones giran en torno a tantas cosas, a tantos detalles. Es como una entrevista intima y personal. La gente va a los bares a reír a carcajadas, a comer, a fumar, a divertirse, a gritar y desgraciadamente a no escuchar. Pero cuantas decisiones importantes se han tomado en los apartados de los locales nocturnos, cuantas cosas se han descubierto en momentos de confesión intima tomando algo en un piano bar...





Las mafias en los años 30, se reunían en lugares así, aparentando normalidad pero tramando las peores ejecuciones. Ahora se esta volviendo a popularizar el uso y disfrute de este tipo de establecimientos, con el auge de la cultura entre las nuevas generaciones y la aportación de grandes ideas artísticas como realizar monólogos de humor, o incluso conciertos en salas que pertenecen a este tipo de locales. Por cosas como esas triunfó el JAZZ, la música que dominaba este sitio. Estaría bien que definitivamente se recuperara esa costumbre que era casi habitual en los años 20 y 30 y no centrarse en ver los bares o pubs como tabernas o lugares de jaleo desmedido como en la edad media. En la convivencia pacifica entre esos lugares tan diferentes está el éxito. Poco a poco voy viendo piano bares donde volver a pasar la noche de los viernes relajada y agradable que muchas veces, aunque digamos que no, hace falta y pedimos a gritos... pero sigo sin encontrar candidatos que quisieran o pudieran acompañarme.Cuestión de paciencia...

Para cerrar lo hago con este vídeo clip de la película CHICAGO.




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