EMOCIONES COMPARTIDAS

Confiesa que te he emocionado, alguna vez que otra. Que a lo largo de tu vida has sentido algo por mí, no hablo de amor sino mas bien esa sensacion indescriptible que se queda ahi adentro. Has ido mas alla de mi primera impresión, más a fondo de la apariencia tan poco emocional que transmito y lo has encontrado: el sentimiento que hay en mí. Pues de igual manera me pasa a mí con vosotros, con los que me habeis acompañado en algun momento de mi vida. Vivir es emocionar, es sentir. Emociones hay muchas, agradables, desagradables, únicas para olvidar, etc. Si nos quedamos en la apariencia, en la primera expresión, en el primer sorbo, en un trozo y no mas... probablemente o seguramente nos perderemos algo: EMOCIONANTE.


Lo hizo. Se plantó frente a mi y me emocionó. Reconozco que habia dudado de que pudiera hacerlo, que me deje llevar por la primera impresión, que me engañó totalmente. Mis ojos no quiseron sentir hasta que hablo, explicó su historia, se sinceró. Nada en mi cuerpo podia negarse a eso, nada en mi queria perderse lo que era emoción. Había llegado hasta aquí, con una mano delante y otra detrás, sacudida por la vida, sin nada que perder, con todo por ganar. Lo habia perdido todo, pero conservaba su talento. El talento para emocionar, para hacernos sentir.

Ni su fisico, ni su vestimenta, ni nada en el exterior de ella podria hacer pensar que fuera tan sumamente grande. Tan importante, tan buena. Solo queria volverla a oir, volverla  a sentir delante de mí, que me emocionara. No importaba lo que dijera, era pura emoción. Parecía como si otra persona diferente estuviera haciendo posesion de su cuerpo. No fui el único que se sintió así, no fui el unico al que le provocó eso. Los demás no son tan honestos como yo para este tipo de cosas, les duele reconocer que se emocionaron, que les gustó lo que vieron. A mí no me cuesta decirlo. Esa emoción que desprendió me recordó que aún existe la dulzura, las famosas mariposas del estomago que sientes cuando te enamoras, que no esta todo perdido, que el talento resiste a todas las injusticias. No podia rechazarle la oportunidad que pedía, el darse a escuchar, que su historia transcendiera, el dejar que otros compartieran esas emociones.

El mundo debía de saber que existia ella, alguien capaz de alegrarte el día, de sacarte del aburrimiento, de hacerte llorar porque lo necesitas, de recordarte que la vida son sentimientos y no esta todo planeado. Algunos la cambiaran por fuera, la disfrazaran, la refinaran... pierden el tiempo, la esencia, el valor de esa persona esta en lo que transmite: HUMANIDAD. El no dudar en llorar ante la perdida de un familiar o de un ser querido, el no dudar en sentir pena por alguien que no lo esta pasando bien. Esa humanidad que no sale por la boca de las personas sino por el corazón. Esa humandiad que es la reina de las emociones. Esa que alguna vez he desprendido y ha provocado que te emocionaras, esa que hace que me emocione.

Esa no se enseña, ni se aprende... se tiene o no se tiene. Como el buen cantante o el buen actor que al escuchar o ver su obra hace que te emociones. Lo mismo, es dificil de sentir pero existe. Cuando aparece hay que aplaudirla, publicitarla, propagarla a los cuatro vientos, nada de avergonzarse por emocionarse. No estan en las apariencias estan en las sensaciones, en las palabras, en el interior. Alli residen, y desde allí se expanden como olas haciendote temblar, reir, llorar y porque no cabrearte tambien. Es lo que nos hace humanos, lo que nos diferencia. Yo la he sentido muchas veces y sé que la he provocado otras tantas.. es ley de vida. Emocionarse y que emociones.

Susan Boyle es el ejemplo perfecto de lo que quiero decir hoy en este bolg. Dealiñada, cateta y soportando las burlas de publico y jurado, fue capaz de demostrar el enorme talento que solo algunos tienen y hacer emocionar a aquellos que no quisieron nunca y a los que creyeron en ella también. Con un video de su casting cierro el post de hoy. Espero haberos emocionado un poquito.



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