MARIONETAS DE AZÚCAR

 Lo siento. Tenia que hacerlo. Me he metido dentro. He visto la oportunidad y lo he hecho. No me cerraste del todo la puerta y lo he aprovechado. Créeme si tú no hubieras querido, yo nunca hubiera entrado. Nunca me hubiera atrevido. Así que no te quejes tanto de que esté dentro...si quieres que me vaya, lo haré.  Lo dices con la boca pequeña, no me lo tomo en serio. Tus ojos se alegran de que lo haya hecho, hasta se te ha escapado una sonrisa. Yo estaré bien. Algo en mi ha cambiado desde la última vez. Pero es otra manera de sentirme útil y cercano para ti. Creo que me gusta. Creo que me quedaré aquí..a vivir.


Es que siempre has sido tú. Desde el primer momento, lo que pasa es que ahora me dejaste la puerta ligeramente abierta y he recuperado el valor. Tiene un montón de heridas, telarañas, pero es acogedor. Este corazón tuyo es ideal para mí. Poco puedo manejar desde aquí, tu no eres como yo... siempre llevas el control de tu corazón. Pero algunos hilos sueltos hay...Algo he tocado, algo he movido, parece que ahora sonríes más, parece que tus ojos brillan como nunca, parece que suspiras entre las respiraciones. Han sido estos hilos que he movido o tus nervios por saber que estoy ahí?

No te resistas, soy la cucharada de azúcar de más en tu té, ese pastelito que te niegas a comer pero que te encanta, ese diablillo que juega con tu conciencia. Menuda simbiosis. Mi pasión y tú autocontrol, los dos en peligro. Un bidón de gasolina lleno y una cerilla a punto de coincidir.
Pero cuando quieras me voy, no me gusta estar donde no me quieren...aunque viva aquí, sigo dependiendo de ti...y encantado. Necesito estar aquí y tú necesitas mi dulzura.

Leiva y sus dramáticas marionetas ponen la música de este post en el que he conseguido llegar a tu corazón...pero no a tu cabeza...o igual si?



Comentarios

Entradas populares