LA VENDEDORA DE ESTRELLAS

 Sabía que rondabas por mi cabeza. Te había visto afincarte en mi corazón. Pero ahora no paro de soñar contigo. Te has apoderado de mis pensamientos y de mis ilusiones. Creo que hasta te he visto en el cielo, vendiendo estrellas. Siempre presente pero jamás puedo tocarte, hablarte. Aunque estés a milímetros de mi. No soy capaz, me hago a la idea que no existes, de que no eres real. Prefiero pensar que esos ojos que me derriten son producto de un dibujante talentoso. Que esas manos que me calman cuando me tocan, son producto de mi imaginación. Que eres la musa y la reina de mis poemas de amor.

Cuando subiré a comprarte una. Cuando seré capaz de decirte que si, a ese sueño que prometes. Cuando cruzaré el puente del nunca jamas lamentarse de nada. Algún día. Seré capaz y lo haré. Algún día me creeré que son mis estrellas las que tú quieres comprar. Que la paz que busco está en nuestro cielo. Y que las manos, tus manos nunca serán un arma como no son las mías tampoco.

Algún día te dejare sin respuestas y sin preguntas y seré yo el que te compre todo el cielo estrellado para que compita con tu sonrisa. Algún día dejaré de poner piedras y matices y empezaré por el final, por el y comieron perdices. Algún día no importará que sea de noche ni que llueva porque soñaremos juntos. No me importa que merodees por mis adentros, que camines como Pedro por su casa. Al fin y al cabo, eres la alegría y la ilusión que a este cuerpo maltrecho le faltaba. Aunque aún no haya cedido, aunque aún piense que no puede ser. No me lo tengas en cuenta, no estoy acostumbrado a que me pidan ser el dueño de un cielo estrellado.

El cielo es estar entre tus brazos, contemplarte. Perderme en tu sonrisa...Quién quiere una estrella tuya, cuando tú eres un cielo precioso. Ahí es donde quiero estar. Tienen granjas de cerdos, policías a caballo, bonitos paisajes y voces rotas como él, con un temazo de Bryan Adams, cierro el post.