352 BALAS Y UN SOLO ACIERTO.

 La sorpresa. Esa arma secreta de la vida para mantenerte alerta. Para despertarte. Para hacer que cambies de opinión, para darle el control de tu vida otra vez a él, por lo menos en mi caso. Apareció y me remató. Si. Mató la idea que tenía para salir, para despejar mi mente. Mató lo que tenía planeado para capear posibles tormentas. Me desarmó, la sorpresa no, ella. Ella me desarmó. Sin tiempo, sin tener que hacer nada y me dejó sin respuesta, sin alternativa. Otra vez. A borrar lo escrito, a olvidar lo dicho y a esperar que nadie recuerde que no lo volvería a hacer. 

Fijate si está descontrolado que hasta piensa en volver a su mejor etapa. A cuando le salia bien. El impacto ha sido tal que vuelve a perfumarse, a ponerse guapo, a sonreír y a ser lo que fue siempre...amable, educado y tremendamente detallista. La cabeza está perdiendo. Tú has hecho que la pierda. Tú mi nueva princesa y yo un súbdito más que reverencia tus ojos marrones miel y se sacrifica por tu sonrisa. 

Ya está otra vez, siendo cursi y anticuado. Ya está sacando el rifle sin balas. El que por mucho que dispare no te va a enamorar. Ya la va a liar, porque no hay nadie como él. Ya era único entonces ahora es peligrosamente raro. Pero no te quejes, has sido tú. Con tu aparición sorpresa, con tus extrañas casualidades, con tus valores compartidos, siendo yo pero de sexo diferente. Seguramente no lo sabías, pero ahora no te voy a olvidar, de hecho ya te hecho de menos. Ya necesito que cubras ese espacio que abriste. 

A lo mejor no quieres, como las demás ocasiones. Aunque puede ser que al final la cabeza remonte y se quede quieto del todo. Bendita sorpresa, bendita mirada y bendita tú, que me has demostrado otra vez, que no tengo ni idea. Solo sé que quiero ver esa cara sonreírme y esos ojos brillar como lo hacías antes. Y por una sola vez domar a este corazón. 

Sigue desde hace años, a lo suyo. Lo ha demostrado en los peores tiempos, en las noches oscuras. El sigue adelante, latiendo, esperando su momento y llevándome al error, aunque cuando acierta...es el mejor. Multipremiada película y muy de actualidad otra vez por una supuesta maldición que agranda su leyenda. Con la banda sonora de la peli TITANIC, cierro el post de hoy sobre la incapacidad de dejar de sentir bonito. Y que siga así...