ALGUIEN TE LO DIRÁ.

 Nos calló la noche. Y lo hizo como hace todo. Apagando la luz y pidiendo confesiones. Que le digamos secretos sin hablar. Juega a eso, a adivinar lo que sentimos. Ha descubierto que estamos solos. Unos más que otros. Pero irremediablemente solos. Sobretodo a la hora de su reinado. Conmigo es así. Son incontables las noches que me ha visto imaginarme abrazado a alguien. Que me ha visto estirando la manta como si hubiera alguien más viendo la tele conmigo. 

Lo tuyo es diferente. Es fugaz, y hasta divertido. Llevas la soledad a otro nivel. Es una noche con la que ríes, compartes confidencias y sueñas. No es una soledad normal. Esperas ansiosa que invada la noche para brillar. Que suerte, quién pudiera. Que oscura puede ser la soledad si la mezclamos con la noche. 



Pero ni dormir me deja. Insiste en que quiere mi compañía. Para restregarme lo terriblemente solo que estoy. Para eso. Para que vea que la necesito. A ella no. A la compañía. Para nada en especial...porque quien no la necesita? 
Te haces la dura y dices que tú no. Que tu soledad y tú sois la pareja perfecta, que eres complicada y que no tienes tiempo ni ganas de aguantar a nadie. Engañate a ti misma. Es una buena manera de llevarlo. Pero sabes que duele. Sabes que tengo razón. 

Los días tampoco son mucho mejores, te martirizan con recuerdos, con imágenes, con deseos. Una utiliza las sombras el otro las luces. Y todo pasa por lo mismo. Por encontrar esas risas espontáneas, naturales. Ese decir lo mismo de repente y reírse por lo que ha pasado. Ese saber exactamente lo que necesitas y cuando. Ese darlo todo sin pedir nada...solo porque sabes que al revés será lo mismo. Ese estar ahí cuando llueve con un café en la mano. Cuando hace sol y siempre. Ese darte espacio porque a veces también lo necesitas. Esperar...alguien como tú. Por el día conseguimos hablar pero por la noche nos callamos...yo sumergido en mi soledad, tu disimulando que no la tienes. Será triste este blog...pero alguien tenía que decírtelo.
 
Tristemente desaparecido, lo suyo era animar los espacios llenos de gente y hacer que no te sintieras solo...ni siquiera en esas duras noches. Además de Abba y Loreen , hay mucho talento en Suecia como este Avicci, con el que cierro el post, sobre cuando la noche es tu única compañía...o no. 



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