PENITENTES POR AMOR

 Maldito, no me has traído más que problemas. Me has llenado el pecho de flechas y el corazón de esperanzas. Prometiste que no lo ibas a hacer, que aquella flecha iba a ser la última. Que venías para ayudar. Mentiroso, espero que te echen del cielo,porque de angelito tienes poco. Ahora ya da igual, el veneno ya está en la sangre y los sueños se cansaron de esperar a ser cumplidos. Como se puede ser tan diablillo, como se puede vender tanto humo. 


Me hiciste soñar para despertarme entre leones hambrientos, me dijiste que era para sanar a mí corazón y a otros corazones heridos. Y ninguno se curó. Ni el mío ni las que tus flechas caprichosas decían que eran para mí. Nada. Pero que sepas que tú también pierdes. Eres un mito, una leyenda, un personaje para contar con una versión muy particular. 

Ya nadie te cree, cabroncete de pelo dorado. Yo era tu más ferviente seguidor. Pero si es muy fácil, se trata de querer, simplemente eso, querer. No se puede fallar tanto en eso. Salvo que quieras hacerlo. Amar es cruzar metas imposibles, es no ponerle peros a nada, es crecer, es curar, es unir, pero es todo eso y más, sin tí. 

Así que vete al infierno, ese donde nos has metido a todos, ese en el que vivimos víctimas de tus flechas, de pensar que me iban a querer o que yo iba a quererlas. Embarrados y condenados, así nos dejas y así, empiezo a pensar, nos querías, desde el principio. 

Fue su mayor acierto y la catapulta definitiva al éxito durante bastantes años. Y no será por cansino, como el de las flechas, que maldigo en este post, que le sobra mucha intención. Con Coti, cierro el post de hoy. 







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