LA LLAVE DE LA ILUSIÓN.

Sé que está por ahí. En algún lugar, dentro de mí. Pero la escondí tan bien que ahora no soy capaz de encontrarla. No sé porqué lo hice, porqué me dio por esconderla. Esa llave que abre mi ilusión, mi alegría, que convierte a mi corazón en un corazón contento. Esa llave que me devuelve a aquel que un día fui, simpático, feliz, dicharachero... esa es la llave que busco. Sin ella, el cofre donde están guardadas todas esas sensaciones permanece cerrado, a cal y canto.


Tomé esa decisión hace un tiempo, pero no sabía que al esconderla, iba a abrir el cajón del pesimismo, de la tristeza eterna, del apocamiento. Ahora no puedo cerrar uno ni abrir el otro. No quiero recordar a la letra de la famosa canción popular: DONDE ESTÁN LAS LLAVES...MATARILE RILE...ni nada por el estilo, pero ahora que por fin las ando buscando no se donde las puse. Algunos dirán que ese cofre se abre de otras formas, con actitud, ganas,etc, sin llaves que valgan. Es cierto pero se volvería a cerrar.... yo quiero recuperar esa llave para dejarlo abierto para siempre, como lo estuvo antes, y cerrar el otro de por vida.

Es horrible, no poder celebrar nada, que no seas capaz de expresar alegría ni ilusión, que tu boca se cierre, tu ceño sea fruncido y tu cara exprese sentimientos desagradables o sencillamente no exprese. Que tu cerebro se obsesione con agujeros negros personales, catástrofes morales y malos comportamientos. Por eso quiero cerrar uno y abrir el otro.

Lo tengo que hacer sobretodo por ellas, por las tres princesas que reinan en mi hogar. Una que siempre me recibe con alegría, y me demuestra su lealtad y amor incondicional, mejor que ninguna persona a hecho : mi perrita KAIRI. Otra que comparte mi vida desde hace casi 10 años y francamente es la que soporta mi desagradable cofre abierto, con paciencia y el mismo amor que el primer día. Y luego mi CLAUDIA que consigue que tenga lucidez y ganas de abrir el cofre y enseñarle lo que soy en realidad, y que con sus sonrisas hacia mi me da pistas de donde está la llave. Por ellas y por mí....




Mi corazón hambriento de ilusiones y alegrías necesita esas llaves, mi cara necesita mostrar esa sonrisa que antes mostraba. Mis palabras necesitan ser tan alegres y provocar sonrisas en las caras ajenas. Y mi vida necesita demostrar que va mejorando mucho respecto a oscuros años anteriores.



GASOLINA A LA VIDA

 

Una cosa es el riesgo y otra es ir de incendiario por la vida.  Estoy de acuerdo en que hay que salirse del tiesto, romper moldes, sacar el máximo partido a las cosas, pero todo tiene un límite. Los libros de autoayuda, y otro tipo de plataformas, nos venden la moto de que querer es poder, de que nosotros valemos mucho, nos extramotivan, nos suben la autoestima hasta niveles insoportables. Que no hay nada imposible.... 


No es mi intención criticar ninguna fuente de cultura, y menos los libros, sea de la temática que sea, pero creo firmemente que ese tipo de libros, ha fomentado en much@s, la costumbre de ir de INCENDIARIOS POR LA VIDA. Es común aceptar y por desgracia es así, que la verdad ya no le interesa a nadie, así que los valores que surgen ahora para triunfar son la extramotivación, la soberbia y el no hay limites. Si quieres algo, lo puedes tener si quieres, no es imposible, todo lo que tienes es merecido, ya superaste tus errores y defectos, ahora eres invencible, perfecto, puedes con todo. Estos mantras son los que se quedan en la cabeza y al final realmente obramos así. No quiero con este blog, meterme con nadie, ni criticar a los autores de estos textos, ni a los que defienden esa manera de pensar, simplemente digo que ni una cosa ni otra.

Es cierto también que no se puede ir de triste, de cenizo, de excesivo prudente de inmobilista, pero tampoco creernos capaces de todo y de ir por la calle convencidos que la verdad y el éxito son patrimonio nuestro. Que nuestras ideas son las correctas y el que no piensa así, va condenado al fracaso.



Las redes sociales que dominan estos tiempos, son el ejemplo perfecto de estas situaciones.  Personas que replican comentarios de otros, utilizando términos totalmente ofensivos, muchas veces sin insultos, para demostrar su superioridad, su felicidad y realización plenas. El hecho de contestar tras un ordenador y no cara a cara demuestra hacia donde giran las tendencias ahora. El hacer leña del árbol caído, sigue por desgracia muy vigente y es el libro de cabecera de muchos. Aplastar porque sí, hacerse los graciosillos, humillar en base a la verdad que creen tener y a la extramotivación y amor propio exagerados que sienten.  Cuando estas personas se equivocan, para ellos nunca, pero se equivocan, no suelen reconocer nada y si lo hacen culpan a los demás. Nos hacen creer que somos los demás los equivocados, lanzan para defenderse el famoso : Y TU MÁS.  Están dominando el mundo dos tipos de personas, los extramotivados infalibles, y los pesimistas extraprudentes. Lo ideal seria una mezcla de los dos, tan necesaria como improbable.

Es quizás por eso, por lo que el machismo, la violencia, la intolerancia, el racismo etc. siguen presentes y no terminan de desaparecer. Dicen admirar a gente humilde, sencilla, con carácter afable y partidarios del dialogo, pero luego se demuestra que todo eso es mentira. Pura hipocresía, en realidad, no son nada humildes ni partidarios del dialogo o de las ideas contrarias a las suyas. Derrochan psicología barata.... luego hay otros que tienen que apagar sus fuegos, arreglar sus destrozos, cubrir sus riesgos, pero nadie se acuerda de esto ultimo. La gasolina es el motor de la vida pero si se le echa demasiado solo hace que arder y acabar con todo, y en ese camino van muchos ahora, en quemar y morir quemados, pero lo peor es que queman a los demás. También los ultrapesimistas lo hacen.... Así que riesgos si pero con cabeza, y menos creerse DIOS y mas bajar a la tierra, al barro mejor dicho. Tenemos el fuego tu decides que hacemos con el...