RESULTA QUE ERA MIEL
Abri los ojos y volaba. Esperaba una caida y en realidad estaba volando. No tenia alas, nunca las tuve, ni habia hecho nada raro. Solo dejarme caer, rendirme, tirarme y que sea lo que Dios quiera. Pero en vez de ir ahacia abajo, empece a subir. Como una burbuja de gas, como un globo que se escapa de una feria. Mire arriba. Tu me cogias. Tu me hacias subir. Volabamos juntos. Gracias a ti. Justo cuando veia el abismo de cerca, cuando iba a ser engullido para la historia, viniste y me cogiste para volar. Te salieron alas, las mas blancas y grandes alas que habia visto nunca. Y me dejaste en lo alto de la colina. Me explicaste que las alas eran por mi, y que a partir de ahora, el cielo seria nuestra meta. Que los recuerdos ya no se escribirian con tachones y que viviriamos saboreando todos y cada uno de los instantes. Que bonito pero que dificil. Quise creerte pero no podia. Tan herido, tan perdido que no podia ser verdad. Me deje llevar. Me sacaste a bailar, me pusiste los mejores momentos de mi vida en CINEMASCOPE, me dabas cucharadas de un jarabe que nunca pude adivinar a que sabia. Y me curé, muy lentamente. Volvias a mi vida justo cuando quise cerrarla para siempre. Dices que me lo debes, por todas las veces que te hice reir, por todos los momentos en que te demostre ser un heroe. Francamente, hoy no recuerdo ninguno de esos instantes. Tu jarabe seguia curandome. Pero el testarudo dueño de mi pecho, necesitaba respuestas...muchas.
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