SOLTANDO A HYDE

 Yo tenía los ojos que tú siempre quisiste ver todos los días y tú tenías la sonrisa que todas las noches soñé provocar. El resto fue magia y  los hilos qué este maldito corazón mío movió sin respetar mis voluntades. Ya le oigo romper sus cadenas y arrastrarse. El monstruo que tanto me costó encerrar anda libre. Pero no le dejaré llegar hasta ti. No te preocupes no pasará nada, ya he conseguido otras veces pararle a tiempo, aunque no será fácil. Lo demás será historia, una bonita peli romántica que acaba mal y que vuelve a poner las cosas en su sitio, sin que triunfen los corazones caprichosos. 



Ya me gustas lo suficiente para querer que no me odies, y si los libero, me odiarás, seguro. Ya ha pasado otras veces. Me olvidaré de tus ojos, de tu sonrisa y de cómo me miras, me olvidaré de sus cantos de sirena y de sus trucos. Será lo mejor. Y ahora es justo el momento, que aún no lo sabes, que aún no has visto a mí Mr hyde. 

Pero aún así, confieso que me enfada, que me disgusta a rabiar, que sea tan fácil, que baste un soplido o una chispa para tambalear, para ceder, para recordar que ame, como un día ame, aunque no sea bueno para mí. 

Y si fluyo, que pasaría si no hago caso a ninguna de las dos facciones dominantes en mi, y me quedó a verlas a venir? Tal vez sea lo mejor, no hacer nada y dejar que seas tú o la propia vida, la que me dé la respuesta. 

En lo personal, oírla, me pone muy nervioso, porque es un tono muy alto, aunque reconocer que voz y talento no le faltan, con la súplica de libertad de Mónica Naranjo, cierro el post sobre el ejercicio de contención, cuando estás enamorado. 






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