DE AMARILLO EN LAS FIESTAS

 

Viene de donde no ha venido casi nadie. Y lo ha visto todo. Sabe lo que eres, lo que vales y como eres por dentro. Muy pocos lo han hecho. Ahora lo entiende todo. Ahora te aplaudirá más, te respetará más. Porque ha visto como aguantas, ha visto como lloras y ha visto como llegas siempre. Como vas al rescate, como apareces en silencio y lo arreglas. Le ha gustado tanto, que se va a quedar a vivir, para verlo. Se va a hacer una casa amarilla y va a hacer fiestas semanales pomposas. Y tendrá pocos vecinos, pero auténticos, los que tú necesitas, los que tú alguna vez has querido y les ha dejado estar ahí. 



Las excusas que te pones para no hacer nada cuando en realidad lo haces todo, la obsesión por vivir en la sombra, cuando eres brillante, la mentira de renegar a todos cuando para ti todos son ídolos admirables. Todo eso ha visto. Sin humo ni cortinas, tal cual es. Y está dentro de tí, de esa fortaleza aparentemente impenetrable pero que no tiene alarma ninguna. 

Ha visto como del desdén y la ironía has hecho bandera y como lloras con las palabras bonitas aunque no te las digan. Ha visto el arte que tienes aunque ni bailes ni actúes , ha visto lo lejos que puedes llegar sin moverte apenas. Así que no puedes echarle, porque sabe demasiado y porque no se va a querer ir. Además, ya está con las demás, con aquellas que te pellizcan a veces para recordarte que siguen, aquellas que fliparon y flipan y aquellas que te enseñaron los límites para que los superarás. Pero ella es la nueva, la última, la de la casa amarillo chillon, la de las fiestas...la del ruido y la de la novedad. Hasta la siguiente que vea todo eso...

Porque soy de los que nunca bailo , de los que elijo la peor combinación de ropa posible y de los que se pone donde no lo vea nadie, por eso lo mío en las fiestas es no destacar, pero a veces aunque no lo quieras, te acaban viendo, brillar. Con una preciosa canción de los finales de los noventa cierro el post sobre cuando vas de apagado y en realidad resulta que eres un faro. 




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